sábado, 23 de mayo de 2009

Indice O

1. OÍDOS (abscesos)
Si padece de abscesos en el interior del oído introduzca en él, con cuidado, un algodón impregnado enjugo de cebolla y manténgalo así el mayor tiempo posible, renovándolo cuantas veces sea necesario.
2 OÍDOS (zumbidos)
Si tiene usted la sensación de que se le agolpa la sangre en los oídos o siente en ellos zumbidos, pruebe el siguiente remedio: tome un pequeño puerro (poro) muy delgado, córtele las raíces y, por la parte blanca, introdúzcalo suavemente por el conducto auditivo.
3. OJOS
—Hinchados. Se les aplica compresas de té. Se puede aplicar también algodones impregnados alternativamente en agua muy caliente y luego muy fría, para activar la circulación de la sangre.
—Brillantes. Para conseguirlos hay que tener el valor de exprimir una cáscara de limón junto al rabillo del ojo.
4. OLOR (a moho de la cafetera)
El olor desaparece si después de lavarla y secarla bien se pone dentro de ella un terrón de azúcar. Este absorbe la humedad y evita que se produzca cualquier olor desagradable.
5. OLORES (en el refrigerador)
Ponga en el interior un plato con vinagre hirviendo: el vapor eliminará los malos olores. Esta operación se llevará a cabo en el refrigerador vacío y descongelado. Si no le conviene descongelar el refrigerador ni vaciarlo, es aconsejable poner dentro un platito con leche, la cual absorberá los olores inoportunos.
5. OLORES (de frituras)
Quemar un puñado de hierba de olor, como laurel, tomillo, salvia, romero, etc., poniendo al fuego en un recipiente de barro.
También se dice que la combustión de azúcar puede hacer desaparecer el más tenaz olor a fritura de pescado.
7. OLORES (en las comidas)
Hierva en un poco de agua un chorrito de vinagre o una cucharadita de clavos de olor y comprobará cómo se elimina en un momento el olor a comida. Es un método muy fácil y económico.
8. OLORES (en un frasco)
Para volver a utilizar un frasco que haya contenido un líquido particularmente oloroso, vierta en el recipiente un poco de blanqueador (cloro), tape bien y agite; después enjuague con agua fría.
También es eficaz diluir una cucharada de harina de mostaza en agua y llenar con esa solución la botella o el frasco.
El alcohol de 900 es también un buen desodorante.
9. OLLAS DE ALUMINIO
Las ollas con manchas oscuras se deben hervir con agua y vinagre. El aluminio también se puede aclarar cocinando tomates en la olla. No use jabones fuertes o abrasivos alcalinos porque decoloran el aluminio.
10. ORO (prendas de)
Quedan como nuevas si se limpian con una solución de una cucharadita de amoníaco en una taza de agua.
11. OTITIS
Esta inflamación del oído interno afecta especialmente a los niños.
Lo primero que hay que hacer cuando se presenta este mal es acudir al médico, pero, de todos modos, se puede probar estos remedios:
—Caliéntese un poco de aceite de ricino y cuando está tibio, viértase cinco gotas en el interior del oído.
—Viértase dentro del oído una pequeña cantidad de jugo de limón.
—También puede calmar el dolor de oídos con aceite de amapola, si es que logra encontrarlo en las farmacias.
12. ORZUELOS
Para aliviar esta afección ofrecemos los siguientes remedios:
—Aplicar varias veces al día compresas de tintura de árnica.
—Aplicar cataplasma de miga de pan, cocida en leche, o bien, compresas de agua de malva.
—Más sorprendente que los anteriores remedios es el siguiente, que causa asombro:
Frótese el orzuelo con un anillo de oro, tres veces al día, durante tres días seguidos.
13. OXIDO
En los metales en general. En primer lugar, cepille bien el objeto (especialmente las hojas de tijeras oxidadas) para quitar el óxido superficial. A continuación, frótelo con media cebolla cruda; si esto no es suficiente, sumerja el objeto en algún producto desoxidante, a base de ácido fosfórico. En cuanto el óxido se ponga negro, enjuague con agua corriente, frote con un trapo y pula el objeto para darle brillo.
En hierro forjado. Para hacer desaparecer del hierro la oxidación que en ese caso toma el nombre de herrumbre, frótese con papel de lija o con tela esmerilada y después con un trapo impregnado en petróleo dejándolo secar a continuación. Si se desea darle brillo, una vez limpio; pásele un trapo con un poco de aceite.
En la ropa. Aparte de los productos existentes en el mercado puede emplearse estas otras recetas:
—Frotar la mancha con agua a la que se ha agregado ácido sulfúrico (una cucharadita por dos litros de agua), sin olvidar todo género de precauciones, porque una salpicadura de ese ácido puede producir grandes quemaduras. Se puede utilizar guantes de hule y hacer todas las manipulaciones lejos de los niños y de los animales. Después de haber frotado sólo la mancha, se puede dejar la prenda entera toda la noche en ese baño.
Enjuagar bien posteriormente y, si es necesario, lavar normalmente.
—También puede tratar de quitar las manchas de óxido con agua oxigenada a 10 volúmenes o con jugo de limón pasando inmediatamente por encima una plancha caliente.

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